El mundo de las suspensiones ha evolucionado a pasos agigantados, lo que hace unos años era un producto para un sector adinerado, actualmente se ha convertido en un producto muy popular entre la sociedad de ciclistas, contando con variedad de marcas, sistemas de funcionamiento, etc.
Desde el momento en el que aparecieron las primeras suspensiones, los fabricantes han trabajado con la idea de que el movimiento del amortiguador afecte lo menos posible al pedaleo.
Primero nació el "Propedal", un sistema que conseguía realizar un bloqueo parcial del amortiguador, es decir, conseguía endurecer la primera parte del recorrido del amortiguador para de esta forma evitar que el movimiento del amortiguador contaminara el pedaleo. El sistema del "Propedal" es un sistema manual, es decir, hay que manipular las regulaciones del amortiguador manualmente, en ocasiones realizar esta manipulación es más fácil que otras, dependiendo de la disposición en la que se encuentre el amortiguador y su facilidad para alcanzarlo, pero la mayoría de las veces hay que bajar de la bici para realizar la acción de activar o desactivar el sistema.
La evolución del anterior sistema nos ha llevado a los nuevos amortiguadores inteligentes. Se trata de amortiguadores que de una manera sencilla se endurecen en mayor o menor medida en función de las características del terreno sin necesidad de tener que manipularlos. Es como si se tratara de amortiguadores inteligentes que supieran leer el terreno por el que nos movemos y actuar de forma correcta por cada uno de ellos.
Como bien hemos dicho anteriormente, estos amortiguadores se comportan de manera diferente en función del terreno, esto es debido a que su comportamiento varía en función del tipo de impacto que reciben, esto es posible gracias al "Brain" del amortiguador, la botella que detecta dichos impactos. Cuando pedaleamos generamos un movimiento lento y persistente, consiguiendo generar en el amortiguador un movimiento de baja frecuencia. Cuando el "Brain" del amortiguador percibe que el movimiento es de baja frecuencia e impacto ligero, automáticamente cierra una válvula la cual genera el endurecimiento del mismo. Por el contrario cuando el sistema percibe seguidamente una serie de impactos, es decir, movimientos de alta frecuencia o grandes impactos, el sistema abre dicha válvula y el amortiguador trabaja prácticamente libre, es decir, como cualquier amortiguador convencional.
Con este sistema se ha conseguido fabricar un amortiguador que no contamine el pedaleo. Desde mi punto de vista considero que este invento conseguirá que muchos de los ciclistas que utilizaban bicicletas rígidas por evitar la contaminación de pedaleo acaben utilizando bicicletas de doble suspensión.
Esto ha sido todo sobre los amortiguadores inteligentes, seguid practicando deporte y disfrutando con vuestras bicis, un saludo.
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